Bochorno.

Noche cerrada en la ciudad y sin poder dormir. Hace tanto calor que le da miedo moverse por si el mínimo esfuerzo le hace sudar más aún. Prohibido mirar el reloj del móvil y percatarse de que en tres horas tiene que levantarse. Siente el acecho de los mosquitos, pero no puede permitirse cerrar la

Adiós verano.

Lo bueno de agosto es que en nada es septiembre. Todo comienza en septiembre. Es un nuevo año a finales de año, no sé si me explico. La luz es más bonita al atardecer, el café caliente sienta mejor y los árboles se tiñen de colores más bonitos y armónicos. Las grandes superficies se llenan

Ojalá.

Lleva tres horas en el coche. El camino que ha recorrido miles de veces hoy se ha vuelto extraño, apenas lo reconoce. Mira por la ventana. Le pican los ojos. Las llamadas de madrugada nunca traen nada bueno. Piensa en voz alta, piensa escuchando su voz. Piensa en todos esos momentos. Piensa en el final,

Calor.

Las persianas bajadas a cal y canto dejan toda la casa en penumbras. El ventilador hace un ruido terrible, pero da igual, todo es poco para evitar el mes de julio en la ciudad, incluso en la hora pico. Es domingo y mañana tiene que entregar el capítulo o si no su editora no le

Soñar.

Esta noche soñó con él y parecían felices. Nunca le gustaron las despedidas, seguramente porque no puede saber cómo van a suceder. Esa mierda del libre albedrío y su obsesión por tener absolutamente todo bajo control. Paseaban juntos al atardecer sonriendo como si la vida fuera sencilla, sin mascarilla y sin distancia de seguridad, vamos,

Soñar.

Los sueños son fantásticos. Volver a ver, hablar y tocar a aquellos que se marcharon. Soñar, es lo que espera cada vez que cierra los ojos. Volver a sentir.

Tren.

Si normalmente el último vagón está vacío, hoy domingo, aún más. Se moría por volver y ahora las dudas recorren su mente como un pequeño parásito. Demasiadas horas sin café y sin conexión a Internet. Debería aprovechar ese momento para encontrar tranquilidad, pero está a años luz de ese estado. Los auriculares son tan mediocres

Cuestión de colores.

Existen infinitas tonalidades de días, los hay rojos, morados, azules e incluso multicolor. Pero hoy es negro. No hay una explicación sensata o comprensible, pero se ha despertado oscuro y no le gusta. Odia cargar esa ira contra quien no lo merece, pero no puede evitarlo y a pesar de que sabe el negro es

Septiembre.

Amanece más tarde y las mañanas vienen acompañadas de un «mejor con chaqueta no vaya a ser que coja frío». Ese viento con olor a cambio de estación nace por todas partes sin que nadie pueda remediarlo. Septiembre y sus comienzos, que no finales. El amarillo se apaga cada día más pronto, justo cuando las

Flamenco.

La luz se filtra por la persiana dibujando flamenco en su espalda. Agosto en la calle y silencio agobiante de primera hora de la tarde. Veinticinco años de pura juventud y energía desbordante. El sonido del objetivo lo despierta, hunde la cara en la almohada, estira el brazo y lo tira sobre él. Se ríe.